Atrocidad
humana.
Es
inevitable pensar que nos volvemos una especie mezquina, que los años nos
trasformas en extraños de un mimos linaje. Nos condenamos aun fin estrepitoso,
donde arrasaremos con todo. Nos hemos perdido. ¿Dónde dejamos el lado bueno del
humano? Sucumbimos ante el salvajismo, nos dejamos dominar. ¿Adónde vamos? ¿A
que nos conducimos? Estamos al borde del precipicio. Humanos matando humanos.
Atrocidades que no se asemejan ni a los más salvajes animales.
Perdemos
nuestra identidad. La violencia se ha convertido en un deporte, en el cual los
que gana pierden más que los que caen. Pierde su especie, su razonamiento.
Quedan suspendidos en una especie de oscuridad y realidad tormentosa. Y aun con
todo merecen más. Tememos ante un repentino cataclismo, ante un colapso
económico ¿Por qué no nos preocupa la
atrocidad humana? nos denigramos unos con otros.
¿Nos
tendríamos las manos en la tormenta? No. Ahora todos tememos de todos, ser
egoístas en estos tiempos no salva la vida. Y temo que no podamos regresar
nuestros inicios, amuestro Dios. En aquel tiempo perdido donde existía un edén,
donde la desnudes no era una morbosidad, la naturaleza era un prodigio. Aun
vestimos de un atuendo que nos costó un fortuna, asiéndonos los indiferentes
ante la hambruna que padecen otros, mutilamos busques para la modernidad y solo
conseguimos destruir nuestro único lugar habitable.
Sujetamos
armas para abrazar el poder, y acecínanos para cederle placer. ¿Qué le diremos
a nuestro creador cuando nos pregunte el porqué? No podrás esconderte, esta vez
asumirás tus maldades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario