domingo, 5 de agosto de 2012





El silencio callado el que sufre.

Nos silenciamos ante los dolores del alma, causada por diversos motivos. Nos excluimos de nosotros mismos, el dolor lo aguamos en nuestro silencio creyendo que ese impropio decirlo en voz alta, que quizá dirán que somos débiles, que sufrimos con tampoco… pero ¿acaso hay grados de sufrimiento? ¿Acaso hay que incluso poder sufrir ante los demás? Creo que todos sufrimos en determinados momentos en diferentes escalas y esto no quiere decir que el dolor no sea significativo. Todos pensamos diferente y por tanto a todos nos afecta de diferente manera cualquier situación.    
Esto conlleva a que tomemos diferentes reacciones ante el sufrimiento. No te excluyas de tu mismo. No quiero que andes por allí como un mártir con los demás, los demás no importan si no pueden ayudarte. Lo importante eres tú, por eso no te excluyas de ti. Tú eres quién conoce tus terrenos, tus parajes. Dolores, sufrimientos y tú eres quién debe saber que puedes en tu guerra en tus tierras y tus dolores. Debes saber que lo bales, que eres más que la sensación agobiante y punzante, más que el dolor y, no te sientas avergonzado. No eres cobarde, eres valiente pues sigues en pie, eso cuenta. El dolor no ha logrado derivarte.
Esta vez prométete que podrás, aun con miedos pero te plantaras por ti y nada más que por ti y ganaras. Ve y tómalo no te detengas ante la critica ¿Quién no sufre? Todos y por tanto no eres cobarde es normal sentirse inseguro en algún momento, es normal sentirse solo en algún momento. Toma tu amor, y cambia solo por bien el que tu no agrades a alguien no significa que lo haces mal. Recuerda eres tú, no ellos.


Tomare todo, lo dejare todo.
Puedo quedarme y caer, quizá se injusto.
Pero mira tú reflejo, no eres un héroe eres tan humano como yo.                 



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