Estoy yendo a casa
Has dicho
que caería en este lugar, que con los años mis pies no me sostendría.
Has dicho
que este lugar me vería con lastima, que quedarme aquí seria rodar en la miseria.
Oh, has
dicho que las balas me mataría, pero estas se han detenido. Mi corazón ha
empezado a menguar.
Has dicho
que no soportaría la guerra, y puedes creer soy yo quien la dirijo.
Oh, me iré
de este lugar para volver a existir. Este es el punto exacto para extender mis
alas.
Cariño, el adiós de tu amor fue una herida que ha empezado a
sanar. No fue como dijiste, tu herida me segó, pero he bulto a ver y descubrí
que no eres el único horizonte. No hay erro más grande que tu injusticia. Te he visto
volver entre lagrimas, recuerdos y suplicas. Pero estoy yendo a casa, y esta
vez no sujetare tus manos.
Has dicho que no debía quedarme, pero haberlo hecho fue ver mis heridas y con lágrimas he logrado
currarlas.
Has dicho que compraría un arma, que me sentaría y tiraría
mi vida al vasillo. Puedes creerme una parte de mi lo deseo en algún momento.
Así que he enfrentado la guerra contra mí, y en mi anterior
aun sigo luchando porque he descubierto que si nadie lo hace nadie lo hará por
mí.
Cariño, ya no puedo odiarte. Eres la mañana lluviosa que he
remplazado por un cielo claro y limpio. Necesito volver a casa y aun que has
vuelto, esta vez volare solo.
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