SEÑOR

E perdió mi sol, hace tanto que no viene. He olvidado sus destellos, su potencia.

Al perderlo, extravié mi realidad, hoy deambulo exhausto, dudoso, solo.

Perdí recuerdos buenos que me socorrían ante la miseria, hoy no tengo más que

Una realidad tormentosa, difusa espesa como la densa niebla de una mañana oscura

De invierno.

E perdido mi voluntad, soy por instinto impulsado por cansancio. No consigo recordar

El desborde insaciable de pasión por la vida. Hay tampoco de mí que me es confuso

Contemplar lo que queda de mí.

Perdí mi esencia. Soy una silueta maltrecha en una calle no transitada bajo una luz gris

De invierno.

Voy pena, tanteando mi terreno Solitario, temeroso. Silencio es todo lo que me grita

Como un espectador mudo, como un cuervo al asecho. Sediento de mí fracaso a la espera

De mi desfallecer.

Voy en camino dolor a tu encuentro, esperas al final con tu mirada dura y tu sonrisa burlona

En aquel invierno.

E llegado invierno. Tus lágrimas se mesclan con la lluvia, la bruma ha ocultado al moribundo cuerpo.

Mil almas esperan… esperan….,

Mis ojos te buscan señor. Lo quera lo he perdido, tómame.

Mil almas te esperan…, te esperan señor.